Había una vez una niña que deseaba desesperadamente tocar el piano. El día de su cumpleaños, sus padres le regalaron un hermoso piano nuevo. Ella estaba emocionada y comenzó a practicar de inmediato.
La niña practicó durante algunas semanas, pero luego empezó a quejarse de que le dolían las yemas de los dedos. Le dijeron que era normal, que sus dedos se acostumbrarían a la presión de las teclas. Escuchó a sus padres y siguió practicando día a día. Su familia notó que estaba cada vez más delgada y que su piel estaba más pálida de lo normal, pero por lo demás parecía estar bien.
Después de aproximadamente un mes, el piano se rompió. La familia contactó a la tienda donde lo compraron, quienes les informaron que solo una persona, una mujer vieja, sabía cómo arreglar su piano específico. Llamaron a la anciana y la invitaron a arreglarlo.
Cuando entró en la habitación, pidió a los padres y a la niña que permanecieran fuera mientras ella trabajaba, sin querer distracciones. No pasó mucho tiempo. La anciana abrió la puerta e informó a la familia que el piano estaba arreglado. La niña podía volver a tocar.
Y así lo hizo. La niña practicaba a diario y siguió perdiendo peso, y el color de sus mejillas desapareció. Su cuerpo se debilitó, tanto que apenas podía caminar por la habitación. Y entonces, el piano se rompió de nuevo.
Cuando la anciana llegó para trabajar en el piano, volvió a pedir a la familia que no entrara en la habitación. Sin embargo, los padres, curiosos, se arrodillaron y miraron por el ojo de la cerradura. Observaron cómo la anciana abría el piano y sacaba un frasco de vidrio. Estaba lleno de un líquido oscuro, rojo, como sangre. La mujer se llevó el frasco a los labios y comenzó a beberlo.
Los padres no dudaron y llamaron a la policía, que afortunadamente llegó a la casa justo a tiempo para detener a la anciana. Examinaron el piano y lo que encontraron fue inimaginable. Las teclas del piano tenían pequeñas agujas incorporadas, por lo que eran prácticamente invisibles a simple vista. Esto provocó que la pequeña sufriera pequeños cortes en las yemas de los dedos cada vez que tocaba, que poco a poco iban sangrando hasta formar un frasco dentro del piano.
El piano estaba configurado de modo que cada vez que el frasco estuviera lleno, el piano se rompería, por lo que era necesario que la anciana viniera a repararlo y bebiera la sangre de quienes lo tocaban. La próxima vez que veas un piano, ten cuidado, porque nunca sabes si está ahí para recoger tu sangre.
Origen de la Leyenda
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Tipo de Relato: Se trata de una leyenda urbana, un relato que se transmite de persona a persona hasta que sus raíces son difíciles de rastrear.
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Origen: Esta historia en concreto viene de Rusia durante los años 80.
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Variantes: El eje de la historia casi siempre es una niña pequeña y un piano que varía entre ser de color rojo o negro.
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Difusión: La historia se ha difundido ampliamente a través de narraciones orales y repeticiones en Internet al estilo creepypasta, con más difusión en las décadas de 2000 y 2010.
Welcome back!!!!
Alucinante
Dos posts seguidos y encima como los de los viejos tiempos. Dios nos ha bendecido.
Al principio pensé que tendría que ver con la pintura roja, tal vez envenenamiento con plomo o con radio, que eran ingredientes comunes en las pinturas de aquella época. Si compras un reloj "vintage", o de los años 60s o 70s, hay una gran posibilidad de que el lumen (la pintura blanca que brilla en la oscuridad) esté hecho a base de radio. No sería dañino, ya que está contenido dentro del reloj, pero los relojeros que trabajan con esos relojes deben tomar precauciones cuando los desarman, como usar guantes o mascarillas para no inhalar el polvo radioactivo.