Esta historia ocurrió en el 2004 en la ciudad de Montreal, un caso muy oscuro y tenebroso que haya ocurrido en el mundo… es tan horrendo que a muchos les cuesta hablar de ello.
Una madre soltera se muda con sus 2 hijos a una casa humilde, en un barrio nuevo, tratando de llevar una vida nueva después de un pasado difícil. Una noche, el hijo mayor de 15 años grita por la madrugada. Despierta a su pequeño hermano y a su mamá, quien entra apresuradamente al cuarto preguntando: «¿Qué pasa? ¿Hay un ladrón acaso?». El hijo responde: «Vi algo, no sé cómo describirlo… pero era horrible».
En seguida la madre encontró un moretón grande y muy oscuro en el estómago del hermanito; él no lo había sentido y se dieron cuenta cuando fue al baño. ¿Cómo te hiciste eso? No sé… ¿un golpe? ¿en la cama? Este solo había sido el principio de una serie de ocurrencias horribles para esta pequeña familia.
La licuadora se encendía sola, las puertas se abrían y se cerraban. Lo curioso es que ellos nunca veían cuando estas cosas sucedían, siempre ocurrían cuando nadie miraba. Los chicos amanecían con moretones cada vez más fuertes, como si alguien les hubiera pegado, pero ellos nunca despertaban durante el acto.
La mamá estaba desesperada. Los maestros sospechaban de ella y del hermano. ¿Qué podían decir ellos? «Me los hice cuando dormía». La mamá lloraba desolada; no tenía padres ni esposo. Se escuchaban pasos y ella, con rabia, confrontaba a este ente maligno. Cada vez eran más las cosas que sucedían, como si este ente quisiera jugar con ella. Lo curioso es que las pisadas siempre se dirigían al cuarto de los pequeños.
La mamá decidió que sus hijos dormirían con ella, pero la situación solo empeoraba. En una ocasión se despertó aterrorizada creyendo que aquella cosa la estaba viendo desde la puerta de su recámara. Lamentablemente, la salud mental de los pequeños empeoraba y un día su hijo de 15 años se suicidó, cortándose las venas en el baño.
De no ser por su hijo menor, ella se hubiera quitado la vida de inmediato. Pero en el lavamanos, el joven había dejado una nota de suicidio y a su lado estaba su cámara digital. La nota decía: «Mamá… lo tengo… le tomé una foto.»
La supuesta fotografía capturada por el hijo antes de morir
La madre tomó a su hijo menor y, después de arreglar todo lo necesario, se fue de la casa. Ellos, después de muchos años, lograron recuperarse, pero esta historia pasó a la posteridad como uno de los casos paranormales más horribles.
La verdad es que pensé que esta historia, popular en sitios de creepypasta, estaría basada en algo real, pero no es así. No encontré ningún dato sobre este caso en Canadá, por lo tanto es una ficción, aunque curiosamente se presente como un caso famoso de la historia.
En realidad, esta historia es una versión de otro creepypasta llamado «Check the Camera» (Mira la cámara). Aquí va la historia original para que veáis las semejanzas:
Me mudé a esta casa hace cinco años. Todo comenzó en octubre de 2004. Me di cuenta de pasos extraños. Mi hijo de dieciséis años, Michael, dormía en la planta baja. Se levantaba por la mañana durmiendo en el piso de mi dormitorio porque escuchaba ruidos y veía sombras.
Hace cuatro meses, mi pareja Mike encontró un rasguño profundo en su estómago mientras estaba en la computadora. No había explicación. Semanas después, vimos una sombra entrar al dormitorio de mi hija. Hace dos días, un papel de dibujo golpeó a Mike en el ojo, dañando su córnea de forma imposible.
Hace dos semanas, mi hijo entró gritando del baño diciendo que había visto un rostro ensangrentado envuelto en una sábana sucia. Se suicidó el viernes pasado. Su nota de suicidio decía: «Lo tengo mamá. Mira la cámara».
Curiosamente, incluso en países de habla inglesa, este creepypasta pasó bastante inadvertido, pero en algunos foros se puede encontrar en temas desde el año 2011 aproximadamente.
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