En la Inglaterra Victoriana, el hombre del saco más temible era un hombre-demonio que respiraba fuego y que podía saltar anormalmente alto. Algunos decían que era un demonio, mientras que otros pensaban que era solo un humano extraordinariamente ágil, pero no importaba lo que creyeras sobre la leyenda, Jack el Saltarín (Spring Heeled Jack en inglés) era un nombre que inspiraba miedo entre la gente.
Su nombre legendario sobrevive hoy principalmente en forma de obras de teatro y referencias en diversas formas de medios.
los primeros informes
Informes de Jack comenzaron a aparecer en 1837. Los residentes de un vecindario londinense comenzaron a reportar ataques extraños de un ‘fantasma o diablillo’. Principalmente atacando a las mujeres, la figura tocaba el timbre, y cuando alguien respondía, arrasaba sus ropas con sus garras.
Otros avistamientos decían que simplemente emboscaba a personas que estaban caminando.
Reportes similares continuaron llegando durante el resto del año, con extraños crímenes atribuidos a los atacantes disfrazados de un fantasma, un oso y/o un demonio.
En 1880, Jack se presentó, por la noche, en un puesto de guardia de Aldershot. Los dos soldados que lo vieron lo describieron así: “Vestía traje de hule y portaba un gran yelmo”. Le dieron el alto y le preguntaron por su identidad. Jack dio su nombre, dio media vuelta y se marchó dando saltos. Los soldados dispararon prácticamente a quemarropa al ver que no se detenía. Jack se paró un momento, se dio la vuelta y lanzó a los soldados una llamarada de color azul. Luego siguió su camino.
teorías y descripciones
Estos informes dispares eventualmente condujeron a la teoría de que este monstruo misterioso podría haber sido un grupo de hombres pudientes disfrazados asustando a la gente. Otros informaron que la figura llevaba zapatos rojos además de armadura.
Las descripciones eran tan extravagantes que los cuentos llegaron a las páginas de los principales periódicos de Londres.
El Lord Mayor de Londres, John Cowan, incluso salió en enero de 1838 para abordar el creciente número de historias, sugiriendo que los ataques fueron perpetrados por una pandilla de adinerados. Sin embargo, eso no impidió que la leyenda creciera, y los periódicos informaron de más relatos, por lo que la figura diabólica pasó a llamarse Jack el Saltarín, ya que muchos informes decían que saltaba de formas imposibles para un hombre mortal.
ataques más conocidos
Jack realmente tomó forma después de dos de sus ataques más famosos. En febrero de 1838, un hombre tocó el timbre de Jane Alsop, gritando que habían atrapado a Jack. Cuando ella salió con una vela, él escupió una llama azul y rasgó su ropa y su piel con garras de metal. La hermana de Alsop acudió en su rescate, asustando al atacante.
Alsop describió a Jack con ojos como bolas de fuego rojas, y llevaba un casco y un atuendo blanco ceñido.
Solo días después, Lucy Scales fue atacada de forma similar en otra parte de Londres, con llamas azules lanzadas en su cara. Estos incidentes, más cercanos a la ciudad, aumentaron la notoriedad de la leyenda.
Sus testimonios contribuyeron a consolidar su aspecto popular como un diablo caballeroso. Tras la atención de 1838, la figura se convirtió en un personaje popular en toda Inglaterra. Los padres contaban historias para asustar a los hijos y someterlos, y crímenes misteriosos se atribuyeron a Jack por la prensa sensacionalista.
Los informes de testigos continuaron apareciendo en todo el país, aunque con menor frecuencia y con fuentes menos sustanciales. Algunos imitadores fueron capturados intentando aprovechar la leyenda.
El travieso diablo hizo apariciones en la base militar de Aldershot en 1877, y en 1904 se reportó su última aparición confirmada en Liverpool, saltando sobre los tejados. A pesar de que los avistamientos oficiales se detuvieron, la leyenda aún perdura.
exageraciones y legado
Investigadores escépticos consideran que las historias de Jack fueron fruto de la histeria colectiva. Otros creen que algunos individuos podrían haber sido sus orígenes y que imitadores continuaron la leyenda.
También se afirma que la historia fue exagerada y alterada mediante rumores, superstición, tradición oral y publicaciones sensacionalistas. La supuesta habilidad de Jack para saltar y escupir fuego, y su capacidad de escapar, cautivaron la imaginación del público, consolidando la leyenda urbana.
Personajes inspirados en Jack el Saltarín se pueden encontrar desde novelas steampunk hasta cómics.




Muy interesante y buena entrada. Por cierto, hay un error al inicio del párrafo 5, al año le falta un número (lo menciono no por estar corrigiendo, sino que me intrigo la fecha).