Maria Crocifissa Della Concezione nació como Isabella Tomasi en Sicilia en 1645. Hija del príncipe Giulio Tomasi di Lampedusa, e ingresó en el convento benedictino de Palma di Montechiaro a los 15 años. La orden benedictina se centraba en el trabajo, la paz y la oración, y las monjas debían vivir la vida únicamente para la palabra de Dios.
Después de ingresar al convento, Isabella Tomasi fue rebautizada como Maria Crocifissa Della Concezione. Rápidamente se hizo amistades entre las otras monjas y llegó a ser una hábil lingüista, aprendiendo idiomas como el latín, el árabe, el griego y otros.
Los ataques y visiones
No sabemos exactamente cuándo, pero la Hermana María comenzó a sufrir desmayos alarmantes durante la oración. Soltaba un grito aterrador antes de desmayarse por completo. La monja se volvió cada vez más paranoica y temerosa, afirmando que el diablo la estaba tentando para que sirviera al mal. Estos ataques de gritos y desmayos se convirtieron en algo habitual.
En una ocasión notable, fue a confesarse para pedirle perdón a Dios a un sacerdote. Le contó su miedo de ser poseída por Lucifer. De repente, sufrió un ataque de ira. Se volvió irrespetuosa y le gritó al sacerdote, sin recordar nada después. Cuando se enteró, se angustió y comenzó a rezar aún más.
El hallazgo de la carta del diablo
Días después, el 11 de agosto de 1676, la hermana María no se presentó al coro. Fue encontrada en su habitación sentada en el suelo en un estado verdaderamente aterrador, casi irreconocible, el lado izquierdo de su cara manchado de tinta negra. Estaba rodeada de páginas de lo que parecía ser una carta, escrita con una serie de símbolos oscuros que no coincidían con ningún idioma conocido. La hermana María afirmó que sufrió una serie de desmayos y que, sin darse cuenta, agarró una pluma y un pergamino y empezó a garabatear frenéticamente.
Según la Madre Sor María Serafica, la Hermana María le dijo que se vio rodeada de un gran número de espíritus malignos furiosos que le dictaban lo que escribía… y las palabras eran todas contra Dios. Al pie de la página, espaciada como si fuera una firma, estaba la palabra “Ohimé” (oh yo), la única palabra comprensible entre todas las páginas. Las monjas determinaron que se trataba de un elaborado plan del propio Lucifer para alejarla de Dios.
Desciframiento de la misiva
El contenido de la carta permaneció sin descifrar durante más de 300 años hasta que, en 2017, un grupo de investigadores del Centro Científico Ludum, en Sicilia, logró descifrar la mayoría de las páginas. Descubrieron un algoritmo y lo usaron junto con un software de descifrado de nivel militar para descifrar el código. La carta contenía catorce líneas y estaba compuesta por alfabetos árabe, griego, latino y rúnico, todos idiomas que la hermana María había aprendido durante sus estudios. Aunque el 30% de la carta sigue siendo indescifrable, lo que se tradujo fue suficiente para asustar a cualquiera. Declararon que la carta no era más que pura maldad, y el tono era uniformemente pesimista y amenazante.
Tras un arduo trabajo, los expertos afirman que su contenido carece de coherencia. Con todo, han señalado que María Crocifissa della Concezione definió en ellas a la Santísima Trinidad como un lastre y señaló que Dios fue inventado por el ser humano. Además, en la carta dejó escrito también que «el sistema no funciona para nadie» y que «tal vez, ahora, Styx es cierto». Este último término haría referencia a un río que, según la mitología griega, separa la tierra de los vivos de la de los muertos.
Conclusiones: ¿posesión o enfermedad?
En cuanto a Sor María Crocifissa Della Concezione, poco se sabe sobre lo que sucedió después. No hay documentación suficiente.
Hay quien cree en la teoría de la posesión satánica. Por el contrario, lo más probable es que la monja padeciera algún tipo de desorden bipolar o esquizofrenia, que la llevó a escribir la carta sin darse cuenta. Tenía un buen dominio de los idiomas, lo que le permitió inventar el código, y su «enfermedad» le podía hacer imaginar diálogos con el diablo. ¿Pudo Lucifer haber poseído a una monja? ¿O era una mujer mentalmente inestable?



Seguro estaba harta de la vida estricta de una monja, pero reprimió de tal manera esos pensamientos que inconscientemente salieron a la luz en su esquizofrenia, pensando que eran demonios cuando solo eran su propio pensar manifestado de forma intrusiva.