Todo empezó en 2015, cuando un tipo llamado Mark Nuckols se presentó como el fundador y CEO de Hufu, LLC, cuya compañía tenía un solo objetivo: servir al público carne humana. Así «nació» el Hufu.
Hufu es de hecho un acrónimo de «human tofu». Supuestamente estaba compuesto por un tipo de soja diseñada para parecerse a la carne humana tanto en sabor como en textura. La página web en la que se comercializaba el Hufu (eathufu.com) estuvo operativa desde mayo de 2005 hasta junio de 2006, cuando fue cerrada. Los creadores afirmaron que Milla Jovovich acuñó el término después de oír hablar del desarrollo del producto durante el Eurostar de Londres a París. Aunque desde el comienzo los creadores de Hufu plantearon el producto como una broma de mal gusto, muchísima gente estuvo interesada en adquirirlo.
Pero… ¿Cómo es esto posible? ¿Y por qué?
La compañía estuvo encantada de compartir detalles sobre el por qué, pero en cuanto al cómo, su único comentario es: «El sabor y la textura del Hufu son el resultado de una minuciosa investigación y extensas pruebas en nuestras cocinas. Estamos sumamente seguros de que nuestros productos alimentarios satisfarán los gustos de incluso el caníbal más exigente».
En cuanto al por qué, la compañía dice que originalmente tenían la intención de comercializar el producto a estudiantes de antropología curiosos acerca de la experiencia del caníbal. Pero la gente de Hufu pronto aprendió a través de la investigación de mercado que el público en general estaba «interesado» en una comida así, aunque «morbosamente curiosa» podría haber sido una descripción más adecuada, por lo que la promocionaron a un público más amplio. Y la gente respondió con interés.
Entonces, ¿qué sabor tiene la carne humana? Su respuesta frecuente dice: «Si nunca antes has probado la carne humana, piensa en el sabor y la textura de la carne, a excepción de un sabor un poco más dulce y una textura un poco más suave. Contrariamente a la creencia popular, las personas no saben a carne de cerdo o pollo».
Con su ambigüedad sobre cómo se prepara, uno se pregunta si simplemente hicieron su mejor estimación del sabor, sabiendo que cualquier persona capaz de refutar el reclamo probablemente no esté dispuesta a hacerlo. Tal vez usaron un saborizante a base de ternera y lo endulzaron un poco. Por supuesto, siempre es posible que sus investigadores estuvieran realmente dispuestos a hacer algunos sacrificios para obtener el sabor correcto, pero nunca admitirían eso tampoco. Sin duda, la ambigüedad es clave para su marketing marginal, impulsado por la curiosidad.
Su sitio web anunciaba que Hufu también era «un alimento muy conveniente para los caníbales. ¡No más viernes por la noche cazando! Quédese en casa y disfrute del delicioso sabor de Hufu!».
Nuckols, entonces estudiante en Tuck School of Business, afirmó que el concepto de Hufu se le ocurrió mientras comía un sándwich de «tofurkey» y leía «Good To Eat: Riddles of Food and Culture», un libro sobre canibalismo escrito por el antropólogo Marvin Harris.
La publicidad de este producto llegó incluso a programas mediáticos importantes. Samantha Bee entrevistó a Nuckols en The Daily Show, donde él dijo: «Creo que una gran parte del placer de comer el producto Hufu, es imaginar que estás comiendo carne humana. En ese momento, usted puede unirse fraternalmente a los caníbales… Si realmente quieren experimentar lo más cerca posible una experiencia de canibalismo, Hufu es su mejor opción». También fue entrevistado por medios impresos y programas de radio, incluyendo The Harvard Crimson y The Stanford Daily.
Fragmento de la entrevista de Samantha Bee
¿Qué ocurrió al final con todo esto y por qué hoy en día el Hufu no existe?
Aparecieron multitud de quejas en organismos de defensa del consumidor y denuncias por estafa (muchos habían pagado pero nadie había recibido el producto). En base a todo esto, la web de Hufu cerró. Según Nuckols, cerró el sitio web simplemente porque «el mundo ha dejado en el pasado el Hufu, y el sitio web era demasiado caro para mantenerlo».
El misterio que rodea al asunto hace pensar en que todo fue una nueva forma de activismo artístico o una broma de mal gusto que llegó demasiado lejos.
La web aún se puede visualizar desde este enlace de Wayback Machine.

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