El humanoide de Atacama, o Ata, es el apodo que se le dio a los restos momificados de una criatura de aproximadamente 15 centímetros encontrada en el desierto de Atacama.
La historia comenzó sobre agosto de 2003, cuando los restos diminutos habrían sido encontrados en una bolsa en un pueblo fantasma por Óscar Muñoz mientras buscaba objetos de valor en una iglesia abandonada en la localidad de La Noria, a 56 kilómetros de Iquique. El pequeño ser estaba envuelto en un género blanco atado con una cinta violeta.
Muñoz vendió el esqueleto por solo 30 mil pesos chilenos —unos 60 dólares— a un empresario local. Al poco tiempo, el caso saltó a la televisión y atrajo a ufólogos de todo el mundo, aunque las primeras conclusiones científicas se alejaban de la teoría extraterrestre.
El Análisis de Stanford
El inmunólogo Garry Nolan, de la Universidad de Stanford, decidió investigar qué era exactamente este ser. Entre las anomalías más evidentes, Ata presenta 10 costillas en vez de las habituales 12 y un cráneo extremadamente deformado con forma cónica.
Nolan consultó a Ralph Lachman, codirector del Registro Internacional de Displasia Esquelética, quien admitió que era algo que «no había visto antes».

La forma de su cabeza es muy característica
Tras analizar el ADN, los resultados fueron definitivos: Ata es decididamente humano. El mapeo genético reveló que su madre era de la costa oeste de América del Sur (Chile) y que los restos no son antiguos, sino que probablemente datan del último siglo.
¿Un niño de 6 años o un feto?
Aquí es donde el misterio se complica. Según las radiografías, el desarrollo óseo de Ata parece equivalente al de un niño de entre 6 y 8 años de edad. Esto plantea dos posibilidades científicas:
- Enanismo severo: Que naciera con una estatura extremadamente reducida y lograra sobrevivir unos años.
- Progeria: Una enfermedad de envejecimiento rápido que pudo haber ocurrido mientras estaba en el útero, dándole esa apariencia de madurez ósea a pesar de ser un feto.
Aunque expertos como William Jungers, de la Universidad de Stony Brook, sostienen que se trata simplemente de un feto mal formado y desecado, el número de costillas y la densidad ósea siguen siendo un enigma que alimenta teorías alternativas.
Existe un documental llamado «Sirius» que profundiza en este caso. El filme sostiene que no es un feto, sino un niño producto de una mutación que llegó a vivir durante varios años.
Soy el alien que se fuck a la mujer
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