El Motel de los payasos

En el borde del desierto, a tan solo 130 kilómetros al norte del Parque Nacional del Valle de la Muerte, se encuentra la ciudad de Tonopah, Nevada. Con una población de tan solo 2346 habitantes, esta ciudad está considerada como uno de los mejores lugares de Estados Unidos para observar las estrellas, es conocida por su vasta historia minera y alberga el motel más aterrador de Estados Unidos, también conocido como el Clown Motel (Motel del payaso).

Para muchos, los payasos no son más que maquillajes extravagantes y comedia de payasadas. Para aproximadamente el 12% de los estadounidenses, los payasos son algo a lo que temer. Estas personas sufren coulrofobia, un miedo derivado del resultado de no saber quién se esconde detrás del maquillaje excesivo, la nariz roja y el color del pelo. Alimentándose de este miedo, existe el Clown Motel. 

El motel fue fundado por LeRoy y Leona David en memoria de su difunto padre. Juntos, reunieron su colección de unos 150 payasos y los pusieron en el motel. Las habitaciones adornadas con alfombras marrones, camas con sábanas con motivos florales y retratos de payasos colgados sobre las camas atrajeron la atención tanto de los amantes de los payasos como de aquellos que simplemente estaban intrigados por la temática del motel. 

En 1994, se vendió a Bob Perchetti, que vio potencial en el carismático motel. Se propuso descubrir qué tipo de personas eran lo suficientemente valientes como para alojarse en un lugar tan espeluznante. No estuvo mal que el motel se hubiera construido justo al lado del antiguo cementerio de Tonopah, un cementerio poblado por los cuerpos de los muertos en una misteriosa plaga en 1902, además de los 14 mineros que habían muerto en un incendio en una mina en 1911. 

Bob trajo más payasos, porcelana, peluches, vidrio e incluso un Ronald McDonald de gran tamaño. Convirtió el motel en un destino obligado para los buscadores de aventuras, los amantes de las emociones fuertes e incluso los cazadores de fantasmas. El cementerio tiene fama de estar embrujado y si vas allí a medianoche, es posible que oigas o veas algo...o eso suelen decir.

En 2017, llegó el momento de que Bob Perchetti vendiera el motel. Elegir al propietario adecuado era una responsabilidad que no se tomaba a la ligera. Había logrado convertir el motel en un lugar popular para los viajeros. La gente vuela a Las Vegas, alquila un coche y conduce hasta Tonopah solo para hacerse una foto con los payasos y luego regresa. 

Las reseñas que tiene en Google asegurando que habitaciones como la 108, la 113, la 210 o la 214 son las más embrujadas de todas. “Mi mujer no paraba se sentir dolor y llorar cuando yo empecé a notar una sensación de acero frío en el cuello”, cuenta un camionero que paró a pasar la noche. “No podía dormir escuchando a gente subiendo las escaleras aunque al abrir la puerta no había nadie ahí”, relata Charlize Shannon en otra review.

Ese éxito solo podía construirse con el propietario adecuado. El propietario correcto fue encontrado en 2019. Hame Anand se enamoró de los payasos a los 14 años, cuando él y un amigo asistieron a un circo en su India natal. Un payaso apareció ante el público, que estalló en risas.  A partir de ese día, comenzó a coleccionar payasos.

Anand se mudó a Las Vegas en 2017, donde su familia tenía dos moteles. Trabajó duro en Amazon y ayudó con la comercialización de los moteles de su familia. Tuvo tanto éxito que su hermano se ofreció a comprarle su propio motel. Su colección de payasos y su amor por ellos lo llevaron directamente al Clown Motel. Mientras pensaba en cambiar el nombre del motel, se dio cuenta de que no podía hacerlo. En lugar de eso, trabajó en remodelar cada una de las habitaciones y le dio al exterior una nueva capa de pintura. En lugar de quitarle algo de su imagen espeluznante, decidió agregarle algo, planeando un museo de payasos con una tienda de recuerdos e incluso una cafetería temática, un lugar que consideró necesario para los huéspedes, quienes sin duda tendrían una noche de sueño agitado por culpa de los payasos (a quienes muchos han afirmado haber visto moverse) y los fantasmas. 

Incluso Anand creía que había factores paranormales en motel. A menudo oía pasos, golpes e incluso voces que provenían de habitaciones desocupadas. Solo había una explicación: los fantasmas del cementerio junto con los numerosos payasos (más de 2.000) que había en el lugar.