El misterio del paso Dyatlov

Esta entrada trata sobre uno de los misterios que mas han perdurado en la historia, lo que sucedió realmente en el ya famoso paso de Dyatlov.

Todo este “misterio” se da en los montes Urales en Rusia en febrero de 1959, en el camino de la montaña Jolat Siagil que se nombró el paso Dyatlov en honor Igor Dyatlov, líder del grupo que en ese lugar y en esa fecha perdió la vida.

El nombre de la montaña está en la lengua de los Mansi, nativos de esa zona que aun viven en el lugar, su significado se traduce como Montaña de la Muerte, pareciera adaptado a una historia misteriosa pero en realidad es muy común que todo tipo de montañas y senderos se nombren con sustantivos mortales señalando así su peligrosidad desde tiempos ancestrales, y esto se da en varias partes del mundo.

Mapa que indica el paso Dyatlov en Rusia

  

La historia que hizo famoso a ese lugar se dio el 2 de febrero de 1959 cuando diez estudiantes del Instituto Politécnico de Ekaterinburg partieron a incursionar para esquiar en la zona. Los nombres, edades y ocupaciones de estos infortunados estudiantes, dos mujeres y ocho hombres, son:

·         Igor Dyatlov, líder del grupo. Estudiante del departamento de radio, 23 años

·         Zinaida Kolmogorova. Estudiante del departamento de radio, 22 años

·         Liudmila Dubinina. Estudiante de economía, 21 años

·         Aleksandr Kolevatov. Estudiante del departamento de geotecnia, 25 años

·         Rustem Slobodin. Estudiante de la facultad de ingeniería, 23 años

·         Georgi Krivonischenko. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años

·         Yuri Doroshenko. Estudiante de economía, 21 años

·         Nicolas Thibeaux-Brignollel. Estudiante de la facultad de ingeniería, 24 años

·         Alexander Zolotarev. Guía de montaña, 37 años

·         Yuri Yudin. El único superviviente.

Nombres y fotografías del grupo de 9 que perdieron la vida en el paso Dyatlov.

La travesía sería difícil por las condiciones del terreno y el clima.  Partiendo de Vizha tomarían rumbo hasta el monte Gora Otorten, desde allí, 100 kilómetros más por los Urales hasta Ojkachahl Peak, y finalmente otros 150 km de vuelta hasta Vishay, esta travesía debería de tomarles un máximo de 12 días. 

Yuri Yudin no pudo acompañarlos debido a que al llegar al último pueblo antes de iniciar la aventura enfermó, aun con este inconveniente, Igor Dyatlov, líder del grupo, decidió continuar con los restantes ocho estudiantes más él como líder, dejando a Yuri como encargado de las comunicaciones con el grupo. El plan era regresar el día 12 de febrero pero las condiciones previstas animaron a Igor a posponer el regreso a unos días más, si para el día 20 no habían regresado entonces Yuri tendría que iniciar la búsqueda por las rutas que se habían establecido.

Yuri Yudin no pudo acompañar al grupo ya que se enfermó, aquí aparece con Liudmila Dubinina despidiéndose en una de las últimas fotos antes de partir.

Las fotos tomadas el día de la partida. El grupo se ve contento, animado y con gran estusiasmo. Todos se conocían y la aventura estaba por delante.

El día 2 de Febrero el grupo de nueve excursionistas estableció su campamento sobre la ruta que se había establecido, las condiciones climáticas los obligó a refugiarse en la base de un monte y a esperar a que las condiciones mejoraran. En el campamento algunos hicieron anotaciones en sus libretas de viaje indicando que estaban bien y disfrutando del paisaje, incluso tomando algunas fotografías. 

Las fotografías tomadas por el grupo iniciando las labores para acampar.

Alrededor de las 7:00 pm el campamento ya estaba montado y el grupo comió algo y se preparó para dormir, según las anotaciones que hicieron los estudiantes en sus libretas de viaje. Basados en las pruebas forenses posteriores, el alimento sin digerir encontrado en los estómagos de los estudiantes sirvió para establecer un periodo de tiempo entre las 9:30 pm y las 11:30 pm cuando sucedió algo que provocó que todos salieran de la tienda de campaña despavoridos. No tomaron ni su equipo ni ropa apropiada, tampoco provisiones ni agua. La temperatura exterior era de 30°C bajo cero, una temperatura congelante, sin embargo lo que haya sido que provocó el inmediato escape de los nueve fue más aterrador y aun siendo excursionistas experimentados que sabía que salir sin el equipo a las condiciones exteriores era mortal, el peligro que los provocó fue más fuerte. Todos llevaban puestas las prendas con las que dormían en la temperatura relativamente agradable dentro de la tienda, descalzos y algunos con apenas calcetines. 

Llegó el día 12 y no había noticias del grupo como se había acordado. Aun así Yuri decidió esperar unos días más ya que Igor le había advertido que por el clima podrían tardar más días en llegar a sus destinos. El día 20 de febrero las familias y el mismo Yuri ya habían esperado demasiado así que comenzaron las labores de búsqueda del grupo. No tardaron mucho en encontrar el campamento pues no estaba demasiado alejado de la ruta, sin embargo lo que encontraron fue, además de desgarrador para las familias, uno de los casos más misteriosos de la historia pues no hay evidencia clara de lo sucedido, tan solo conjeturas basadas en lo que se encontró en el campamento.

La investigación aclaró que el día 2 de febrero, el grupo acampó en una pendiente del monte Kholat-Syakhl, muy cerca de Otorten, el clima había endurecido y no les permitía avanzar así que esperarían a que el clima mejorara. Más abajo, a poco menos de dos kilómetros, había una zona boscosa la cual hubiera servido mejor como refugio pero por alguna razón Igor decidió quedarse en la ladera de la montaña.

La escena que se encontró fue extraña, poco reveladora y por demás misteriosa. 

La tienda de campaña estaba desagarrada desde adentro. Las huellas en el exterior marcaban claramente que el grupo completo salió de la tienda corriendo hacia el bosque, no llevaban zapatos de nieve, algunos solo calcetines o calzado interior (se usan hasta dos pares de zapatos para caminar en la nieve, uno dentro para proteger el pie y uno exterior para el contacto con la nieve) y los demás salieron descalzos. Todo lo necesario para sobrevivir fuera de la tienda se quedó en esta, el grupo salió con lo único que llevaba puesto y se asume que ya estaban dormidos o en el proceso pues sus ropas eran las de dormir.

Condiciones en la que se encontró la tienda de campaña en el lugar del evento (arriba) y luego fue montada para investigar (abajo).

Aquí se muestra la ubicación de la tienda en relación al día que la montaron. Una fotografía encontrada en la cámara comparada contra la que se tomó en el rescate.

Las huellas de sus pasos en la nieve los mantiene juntos por algunos metros y luego se pierden a los casi 500 metros desde el campamento, por alguna razón se separan en tres grupos al llegar a los árboles que les hubieran servido de mejor refugio para el clima. Yuri Yudin asumió que la decisión de Igor Dyatlov de quedarse a un costado de la ladera fue porque no se quiso desviar de la ruta y perder terreno, esperaba que el clima mejoraría al día siguiente. 

El primer grupo encontrado eran Georgi Krivonischenko y Yuri Doroshenko quienes se refugiaron en el primer grupo de árboles. Lograron encender una pequeña fogata que no duró mucho. Se encontraron rastros de sangre en las ramas de los árboles hasta a cuatro metros como si hubieran intentado trepar escapando de algo. Sus cuerpos estaban vestidos con ropas ligeras de dormir, la piel de las manos deshecha por la corteza de las ramas que desgarraron al intentar subir a estos. Su muerte fue por hipotermia.

El segundo grupo se encontró a pocos metros entre el bosque y el campamento. Se asumió que Igor Dyatlov, Zina Kolmogorova y Rustem Slobodin estaban regresando a la tienda pero no lo lograron. Su muerte también fue por hipotermia. El cuerpo de Dyatlov estaba boca arriba con una rama en la mano que seguramente la usó de bastón para apoyarse al caminar descalzo en la nieve, era el más cercano a la tienda. El cuerpo de Rustem Slobodin tenía una fractura en el cráneo de casi 17 cms, pero no fue herida mortal, eso fue suficiente para que la investigación tomara un rumbo criminal aunque no se pudo comprobar la teoría de asesinatos ya que quedaba claro que no hubo nadie más que ellos en toda la zona del campamento. De Zina Kolmogorova era el cuerpo que más alejado estaba del grupo, se encontró sangre alrededor de este que seguramente fue de sus heridas.

El tercer grupo se encontraba más adelante del primero a casi 100 metros. Este grupo fue encontrado en una segunda búsqueda dos meses después puesto que en la primera, la nieve acumulada dificultó las labores y no pudieron dar con los cuerpos. Cuando la nieve se derritió lo suficiente en primavera regresaron a buscarlos y los encontraron en un pequeño barranco a cuatro metros bajo la superficie. Sus cuerpos eran los mejor arropados del grupo. Conforme iban muriendo, Nicolas Thibeaux-Brignollel, Ludmilla Dubinina, Alexander Zolotaryov y Alexander Kolevatov iban tomando la ropa del otro para protegerse mejor. Por esto se pudo saber que quien murió primero en el grupo fue Nicolas, unas horas después Alexander Kolevatov, al poco tiempo  Ludmilla y Alexander Zolotariov al final, quien tenía una combinación de la ropa de todos los demás. Aunque todos presentaban heridas fuertes, se determinó que su muerte fue también por hipotermia, agravada por las heridas.

Aquí fue donde se encontraron las evidencias más extrañas ya que sus muertes fueron traumáticas. El cráneo de Nicolas estaba roto, Zolotariov tenía varias costillas rotas al igual que Ludmilla quien parece ser la más dañada de todos pues además de que su pecho se había hundido provocando grandes daños en su interior, lo más escalofriante fue que no tenía lengua, su cráneo se encontró mirando hacia arriba con una expresión de un grito silencioso.

Otro dato extraño fue que los cuerpos de estos últimos en ser encontrados tenían rastros de radiación, aunque no la suficiente como para matarlos ni como para considerarse peligrosa. Además, todos tenían una extraña coloración naranja en la piel además de que su pelo se había tornado de un tono grisáceo.  

Otro dato que motivó a los investigadores a sospechar de algo extraño fue que los excursionistas quedaron ciegos antes de morir, lo que llevó a concluir que por ese motivo no pudieron regresar al campamento.

Los cuerpos mostraban señales de traumatismos craneales, costillas rotas y heridas en varias partes de sus cuerpos. Todos tenían la piel con un tono naranja y el pelo con una ligera coloración gris.

La investigación de las extrañas muertes comenzó y de inmediato surgieron teorías descabelladas y poco convincentes, las más lógicas asumiendo que había alguna en todo el caos y la forma tan extraña de morir para los nueve experimentados excursionistas, fueron las siguientes: 

Avalancha. Aunque pudo ser la más natural y lógica también debió ser la más evidente pues el rastro de nieve que deja una avalancha es inconfundible. Se descartó ya que no hubo más nieve que la acumulada por los días.

Ataque extraterrestre. Se cree que una nave extraterrestre pudo atacar a los excursionistas desde el aire lo cual explica porque salieron despavoridos desde la tienda de campaña y continuaron corriendo hasta llegar a los árboles a poco menos de dos kilómetros ladera abajo. También puede ser la explicación a las heridas internas que algunos presentaban, así como la coloración naranja de la piel y la radiación de los cuerpos.

Crimen Premeditado. Los únicos a quienes se podría culpar era a los Mansi, indígenas nativos de la zona quienes seguían apegados a sus creencias y que pudieron haber atacado a los estudiantes por invadir territorio sagrado. Sin embargo esta teoría también fue rápidamente descartada ya que la zona no era territorio sagrado para los Mansi ni se encontraron huellas que los pusiera esa noche en ese lugar. Las heridas que los jóvenes tenían no eran heridas hechas por el hombre, correspondían a heridas similares a las de un choque automovilístico según el Dr. Boris Vozrozhdenny, el médico forense que así lo confirmó.

Ataque de Yeti. En Siberia, el famoso pie grande o sasquash se llama Yeti. Si bien las heridas de los cuerpos y la forma despavorida de huir corresponden al ataque de un posible animal de gran tamaño y de una fuerza superior, no había huellas de yeti en la zona.

Ataque Militar. El director de la investigación, Lev Ivanov, concedió una entrevista en 1990 al periódico Leninsky Put de Kazakh confirmando haber recibido órdenes de oficiales militares de cerrar la investigación de inmediato y clasificar la evidencia como secreto. Se sabe que esa zona era una de las tantas que se usaban para pruebas militares de baja escala, pues aunque no era oficialmente un lugar para excursiones, tampoco era visitado de forma frecuente. Yuri Yudin mantuvo su sospecha de que algún arma militar se pudo probar esa noche y que sus amigos fueron simplemente infortunados por encontrarse en el lugar y en la fecha equivocados, eso explicaría la radiación encontrada en los cuerpos, pero también es cierto que un arma de explosión simplemente explota y no persigue a los objetivos, pudo ser una combinación de arma biológica que causó caos y confusión para finalmente explotar provocando el daño encontrado en los cuerpos, lo cual derivó otra teoría y que es la más aceptada:

Arma Militar Secreta. La teoría tomó forma cuando el mismo Ivanov propuso que esa noche uno de los estudiantes había salido de su tienda y al ver unas extrañas esferas naranjas alertó a su compañeros quienes fueron atacados de alguna forma por esas esferas, murieron por choque de explosión en sus cuerpos puesto que aquellas esferas bien podían ser armas experimentales, eso explicaba las heridas de los cráneos y las costillas rotas, así como el tono quemado de la piel y el color del pelo, pero la evidencia final era la radiación que se había encontrado en los cuerpos. Cuando los documentos fueron desclasificados con la caída del a URSS se encontraron apuntes del diario de Igor Dyatlov que mencionaba la presencia de esferas naranjas flotando en el cielo nocturno en dirección hacia la montaña de Kholat-Syakhi aquella infortunada noche del 2 de febrero.

Algunos testigos que se encontraban relativamente cerca del lugar aquella noche, relatan haber visto esas esferas naranjas la noche del 2 de febrero, no hay más evidencia que su testimonio el cual también fue clasificado con el resto de la investigación, y no fue hasta 1990 que se supo de estos testigos.

Aunque varios años después se realizaron varias expediciones de búsqueda de evidencia, algunas de las cuales fueron lideradas por Yuri Yudin, el único que sobrevivió del grupo ya que por haberse enfermando no pudo ir a la expedición, no encontraron ni rastros de explosiones ni otra evidencia que apoyara la teoría de las esferas brillantes.

El 2 de febrero de 2008 un gran grupo de excursionistas, más de treinta, entraron al lugar para buscar más evidencia. Encontraron varias piezas metálicas que podían pertenecer a misiles o a armas similares por lo que la teoría de Ivanov se daba por cierta: los estudiantes se enfrentaron a una arma experimental que los mató aquella noche del 2 de febrero de 1959.

Pieza metálica de un supuesto misil que pudo ser la causa de la muerte de los estudiantes.

Y hasta aquí la historia del misterio del paso Dyatlov, que se llamó así en honor a los estudiantes que ahí perdieron la vida envueltos en un misterio hermético que involucra al gobierno ruso, armas experimentales y secretos que tal vez nunca se sepan. Usted saque sus conclusiones. 

Directamente de lo que creo.

“Usted saque sus conclusiones”, no hay frase más evasiva que esta, usada por todos los conspiracionistas. ¿Qué es lo que nos quieren decir cuando terminan sus pseudo-investigaciones y en vez de dar una conclusión escriben algo así? Que no se hacen responsables del tema que escribieron o que lo escribieron es tan determinante que tenemos que creerlo porque simplemente en sus letras está la única verdad. A poco no es como para darles con el puño cada vez que abren la boca.

Si bien el misterio del paso Dyatlov es un tema que no tiene una versión convincente – ni oficial –, si fue cierto que el gobierno ruso lo cerró una vez que la investigación concluyó y se dio como resultado muerte por hipotermia en los nueve integrantes del grupo. Hasta aquí es sencillo de manejar, nueve excursionistas fueron encontrados muertos y la causa es hipotermia. Pero esa explicación no fue suficiente y las preguntas comenzaron.

¿Por qué murieron? ¿Qué los llevo a salir de su tienda de forma tan desesperada que la desgarraron desde adentro? ¿Por qué estaban heridos los cuerpos si murieron por hipotermia? ¿Por qué tenían esa extraña coloración naranja en la piel? Etc. La cantidad de preguntas que se comenzaron a hacer no tenían una respuesta, era imposible de determinar que fue lo que sucedió cuando nadie estuvo presente más que ellos. La gente tiende a buscar culpables siempre que las respuestas no le sean convincentes, y en este caso – así como en muchos gobiernos – las respuestas proporcionadas no convencieron a nadie. El dejar la muerte de los nueve estudiantes en muerte por hipotermia no fue suficiente, y para que se terminaran las preguntas el hermético gobierno de la aquella entonces poderosa URSS mandó cerrar la investigación con la orden: “eso fue lo que pasó, todos cállense y váyanse a su casa, y que no se hable más del tema”. Aumentemos la evidencia militar de que en esa zona se realizaban pruebas secretas, así como en muchas otras del enorme y casi desolado territorio ruso, y como son pruebas secretas el gobierno no cooperó revelando esos secretos. El lugar fue cerrado tres años posteriores al accidente y nadie pudo entrar a esa zona en ese tiempo.

El caldo para los conspiracionistas ya estaba listo e hirviendo en la olla, era el momento de agregarle los ingredientes.

Comenzaron a especularse con teorías de ovnis, armas secretas de experimentación con la población, incluso yetis. Las evidencias se adaptaron a cada una de esas teorías y pretendieron darse como explicaciones siempre encaminadas a culpar al gobierno por su hermetismo, sin embargo la teoría más simple y sencilla no fue tomada en cuenta con la debida seriedad, y al no haber evidencia de esta fue desechada al igual que otras como culpar a la inocente tribu Mansi o al inexistente Yeti Siberiano.

Mencionemos una simple palabra, “Avalancha”.

Aunque pocos hayan tenido alguna experiencia con este mortal evento, todos sabemos que una avalancha es mortal. Toneladas de nieve cayendo sin control a una velocidad que supera la nuestra es motivo para asustar a cualquiera. Que tal si pensamos en que esa noche la palabra avalancha fue la culpable. Analicemos los detalles.

Los puntos sospechosos de las conclusiones son estos:

·         -Los nueve estaban acomodados dentro de la tienda con la ropa térmica apropiada para dormir, algo o alguien los hizo salir de forma inmediata de su comodidad en la noche y correr casi dos kilómetros hacia un bosque cercano sin equipo ni otra cosa para sobrevivir a 30°C bajo cero.

·         -La tienda fue desgarrada desde adentro.

·         -Los nueve corrieron escapando de la tienda sin el calzado apropiado, uno llevaba unos botines, otro un solo calcetín y los demás salieron descalzos.

·         -Se separaron en tres grupos al llegar al bosque, cada grupo separado del otro por varios metros y no volvieron a tener contacto entre ellos.

·         -El primer grupo tenía la piel de las manos desgarrada y se encontraron rastros de sangre en ramas altas de los árboles cercanos a ellos, como queriendo escalarlos.

·         -El segundo grupo intentó regresar al campamento pero se  desvió, los tres excursionistas murieron en el camino.

·         -El tercer grupo se encontró dentro de una hondonada profunda y al morir la nieve los cubrió por varios metros, fue hasta dos meses después que la nieve se derritió que los encontraron.

·         -En este tercer grupo, el más alejado del campamento, los cuerpos estaban heridos y había rastros de radiación en todos.

·         -Una de las jóvenes de este tercer grupo no tenía lengua.

·         -En este tercer grupo los jóvenes mostraban heridas en el cráneo, costillas rotas y heridas en el cuerpo.

·         -Los cuerpos de los nueve mostraban una coloración naranja extraña y su pelo con un ligero tono grisáceo.

·       - Todos quedaron ciegos antes de morir.

Bien, todos estos puntos son un resumen de las conclusiones a las que llegaron los investigadores en aquellos días, todo tiene un toque de misterio pues sin tener una sola explicación se prestan a cualquiera que se pueda imaginar. Analicemos cada uno de estos puntos con la teoría de la palabra avalancha y veremos que la palabra misterio desaparece mágicamente.

Aquí hago una pausa. No estoy hablando del evento de una avalancha, pues esta teoría fue de las desechadas por no encontrar las claras y concluyentes señales de que haya habido una esa noche. Me refiero a la palabra avalancha que alguno pudo haber gritado y eso provocó todo. Me baso en esto por lo siguiente:

Lo que a continuación expongo es mi conclusión basada en mi lógica, nada más que eso.

Pongámonos en esa tienda aquella noche. La decisión de Igor Dyatlov de pasar la noche en la ladera de la montaña y no en el bosque cercano (en donde fueron encontrados) debió de causar alguna incomodidad en el grupo, la posibilidad de una avalancha siempre es real cuando paseas junto a las laderas y más cuando la nieve se continua acumulando como sucedió esa noche que había una tormenta que los obligó a refugiarse. Quienes se aventuran a excursionar en grupo de forma profesional saben bien que en todo grupo siempre debe de haber un líder que cuenta con la experiencia necesaria para la supervivencia del grupo, no hay democracia, es una dictadura y las órdenes del líder se deben de obedecer ya que de eso depende la vida de todos.

Esa noche todos obedecieron a Igor y se quedaron en la ladera de la montaña a pasar la noche. 

Asumo que la palabra avalancha estuvo siempre presente en todos y el temor a una los mantuvo en alerta constante.

Acepto que el único misterio en todo este evento es el ruido que escucharon esa noche que provocó el pánico. Asumo que si hubo testigos que dijeron haber visto luces en el cielo por la zona – las anotaciones encontradas en la libreta de Igor también las mencionan – y que la evidencia escrita sitúa esa zona como una de las tantas que se usaban en pruebas militares, tal vez haya sido alguna detonación distante la que alguien (o todos) escuchó dentro de la tienda, o tal vez alguna avalancha lejana que terminó haciendo eco en ese lugar; otra posibilidad pudo ser la de algún motor rompiendo la velocidad del sonido o incluso, si el nivel de nervios  estaba en lo más alto en todos, un relámpago cayendo en algún árbol. Lo que haya sido hizo asumir que ese ruido se producía por una “avalancha” que se les venía encima, al grito de esa palabra lo único que todos hicieron fue contagiarse del miedo que ya tenían por haberse quedado en ese lugar y salir desesperadamente para evitar quedar atrapados bajo toneladas de nieve.

Fotografías de la tienda de los excursionistas armada nuevamente para la investigación.

La tienda fue desgarrada desde adentro con pánico. 

Así es, no hay misterio aquí. Si estas dormido y alguien grita avalancha no creo que te levantes con toda calma a ponerte la ropa adecuada, abras el cierre de la puerta, tomes tu mochila, esquíes, gafas, comida y una vez afuera comiences a correr. Claramente la tienda fue desgarrada por dentro, ¿de qué otra forma puedes salir si no es desde adentro? En la desesperación por escapar a la avalancha que creyeron que se venía sobre ellos todos buscaron la forma de salir de inmediato y es por eso que la tienda fue desgarrada. Creo que es obvio este punto.

También esto explica porque no llevaban las ropas adecuadas. Todos estaban o dormidos o en el proceso incluso de arroparse, solo uno llevaba botines, una de las chicas solo un calcetín y los demás descalzos, nadie llevaba los trajes bajo cero que se usan para el exterior, todos llevaban las ropas térmicas que se usan en el interior del campamento. Creo que es este punto también es obvio.

Al escapar por su vida y contagiados de pánico sin poner atención a si en verdad venía una avalancha, todos corrieron en la misma dirección, hacia el bosque, asumo que el ruido que escucharon debió de continuar ya que correr casi dos kilómetros no es de unos cuantos segundos. Seguramente debieron de haber planeado ese escape ya que todos se dirigieron a ese mismo lugar como única opción de emergencia. Escapar hacia ese lugar preestablecido como refugio suena lógico y esa es la principal evidencia que tengo de que fue la palabra avalancha lo que causó el pánico, si todos se dirigieron hacia el bosque entonces si fue cierto que tuvieron alguna discusión reclamando quedarse en la ladera en vez de la zona arbolada más segura y también es cierto que estaban alertas por alguna avalancha que pudiera caerles en donde se quedaron.

Una vez que lograron llegar al bosque comenzaron a toparse con los árboles y la confusión se volvió total. Recordemos que era de noche, oscuridad total, no llevaban linternas ni otro medio de luz, había tormenta (por eso se refugiaron ese día), estaban al menos a 30 grados bajo cero, descalzos y además ya habían corrido casi dos kilómetros, con pánico de que miles de kilos de nieve en forma de avalancha los perseguía, sin ropa adecuada y para agravarlo todo, comenzaron a chocar contra los árboles y a tropezarse con raíces, piedras y el suelo congelado, esos golpes les provocaron heridas serias y graves que sangraron de forma alarmante. De verdad que aquella escena debió de ser el terror más puro que alguien pueda sentir.

Esta fotografía es un montaje de la tomada en el momento de encontrar la tienda y meses después en el terreno sin nieve, se muestra la ruta que los jóvenes tomaron para escapar y el lugar donde fueron encontrados.

Con los árboles y las ramas apareciendo a centímetros de sus rostros, el terreno desigual salpicado de piedras y acumulaciones de nieve y el suelo congelado, comenzaron los golpes contra los objetos. Alguien se golpea y otro se detiene a ayudarlo, los demás continúan corriendo escapando a la nieve que creen que se viene encima de ellos, los árboles los separan cuando logran esquivarlos o después de golpear contra estos, de esta forma se dividen y lo único que aciertan en seguir a los que logran ver o escuchar, pues recordemos que además de estar en completa oscuridad hay tormenta de nieve con viento, y el pánico estaba presente. 

El primer grupo es de solo dos: Georgi Krivonischenko y Yuri Doroshenko. Ellos fueron los que más cerca estaban del campamento. Se encontraron rastros de sangre en los árboles cercanos, como si hubieran intentado escalarlos, claro, creo que todos hubiéramos intentado lo mismo si una ola de nieve se te viene encima. Se desgarraron los dedos y las palmas de las manos al intentarlo pues los árboles estaban congelados. Uno de ellos llevaba botines por lo que podemos asumir que era el más arropado pudiendo ser que aún no se terminaba de cambiar de ropas, entre todo llevaba algún encendedor o cerillos ya que lograron encender una fogata aunque solo duró unos minutos, también los rastros de sangre en los árboles cercanos pudieron ser por la desesperación de arrancar ramas más altas para alimentar la fogata que se apagó en poco tiempo por la tormenta que había. Otra razón pudo ser que intentaron subir a los árboles ya sea para ver su campamento o para no quedarse en la fría superficie congelada, pero no pudieron subir ya que estaban a 30°C bajo cero y esa temperatura impide cualquier movimiento, además de que estaban mal heridos.

El segundo grupo: Igor Dyatlov, Zina Kolmogorova y Rustem Slobodin se detuvo en algún momento dentro del bosque. Asumo que notaron que el peligro ya había pasado y la urgencia por no morir congelados los obligó a regresar al campamento por protección. En este grupo estaba el líder Igor Dyatlov que por su experiencia debo también asumir que estaba mejor ubicado en cuanto a donde se encontraban. Este grupo comenzó a regresar al campamento dirigido por Igor pero no lo logró. Uno de ellos tenía el cráneo roto (o también se puede decir que tenía una herida en la cabeza, término menos amarillista) que seguramente se hizo al chocar de frente contra algún árbol o al caer sobre alguna piedra en la desenfrenada carrera dentro del bosque en completa oscuridad. Lograron salir del bosque y se encaminaron hacia el campamento, pero en otra dirección. Sus cuerpos fueron hallados a metros de distancia entre ellos por lo que asumo que conforme iban caminando el frio detuvo a cada uno impidiéndole continuar, no es difícil imaginarse uno caminando en la nieve descalzo y sin ropa protectora a una temperatura de ese grado, mover cada musculo debió de ser una agonía contra la cual luchar hasta que no pudieron más y se fueron quedando en el camino.

 El tercer grupo fue el más accidentado: Nicolas Thibeaux-Brignollel , Ludmilla Dubinina , Alexander Zolotaryov  y Alexander Kolevatov. Fueron los que más lejos llegaron corriendo. Sus cuerpos tenían una gran cantidad de heridas, por lógica de las ramas congeladas que había en su camino las cuales se clavaban en sus desprotegidos cuerpos mientras corrían, sus cuerpos presentaban heridas internas como las que se hacen en un choque automovilístico a gran velocidad, uno de ellos tenía el cráneo roto (de nuevo también se puede decir que tenía una herida en la cabeza, término menos amarillista) y varias costillas rotas, Ludmilla no tenía lengua.

Que tal si en vez de pensar en una onda expansiva de algún misil extraterrestre que con infrasonido provoca daño a nueve excursionistas aislados del mundo en esa zona, pensamos que simplemente se cayeron a un profundo hoyo en el camino. Este grupo fue encontrado dos meses después cuando la nieve se comenzó a derretir ya que se encontraban enterrados cuatro metros bajo esta justamente en un pequeño barranco, ¿es tan difícil creer que en la oscuridad de la noche y con el pánico, sin poderlo ver simplemente cayeron a este hoyo de cuatro metros de profundidad y esa es la razón de las heridas? Fractura de cráneo, costillas rotas, heridas internas y la lengua arrancada tal vez por la misma mandíbula al golpear contra el suelo, ¿todas estas heridas no pueden ser sencillamente producto de una caída mientras corrían en grupo, unos encima de otros, cuatro metros sobre un suelo congelado posiblemente con piedras en el fondo?

Imaginemos la dramática escena: Primero cae Ludmilla y se rompe las costillas, no es difícil que esa caída provocara también la herida profunda en su cabeza. Encima cae otro de sus compañeros que también se rompe algunas costillas ya que casi congelado no pudo poner las manos para frenar el golpe, luego otro más cae sobre ellos y eso provoca que el pecho de Ludmilla se hunda pues en su estado físico no se pudo mover sirviendo de colchón a cada uno que caía, el tercero en caer se golpea la cabeza con el hielo sólido del piso y se abre la cabeza, y al final el cuarto cae sobre todos haciendo más daño a los abajo que a él mismo, y posiblemente Ludmilla se arranca la lengua con sus mismos dientes al chocar la mandíbula contra el suelo ya que el último en caer lo hace justo cuando Ludmilla intenta aliviar algo de todo el dolor que siente. ¿Todas esas caídas acumuladas sobre el cuerpo de la joven más las que se hacen mientras los demás caen no pudieron provocar el daño interno con sus mismas costillas y huesos rotos? Todo eso más el frio y la resignación a que en ese lugar morirían bastó para que perdieran la batalla.

Suena más convincente el daño a sus cuerpos por caer en un barranco que daño por rayos ultrasónicos estelares ¿no crees?

Así entonces tenemos que los estudiantes se asustan por una posible avalancha y corren desesperados a un lugar preestablecido como refugio a casi dos kilómetros de su campamento golpeándose contra los árboles en el camino. Un grupo se quedó en los primeros árboles sin tener idea de adonde regresar, o debido a la heridas y al frio no pudieron hacerlo pues para ellos el campamento estaba destruido por la avalancha que los hizo escapar, y sin poder ver en la oscuridad  lo único que pudieron hacer fue encender una fogata que no duró mucho tiempo en un intento por mantenerse con vida ya que no tenían la ropa adecuada, y entonces el frio terminó por congelarlos. Un segundo grupo intentó regresar al campamento pero lo hace en la dirección errónea, al no tener las ropas adecuadas y descalzos, con varias heridas serias también sucumbió por el frio en el camino. Y un tercer grupo que cayó en un profundo hoyo y quedó muy mal herido, sin las ropas adecuadas que a pesar de que se iban poniendo las ropas de los que iban muriendo, tampoco estaba en condiciones de regresar y tuvieron el único destino lógico, morir de frio.

¿Dónde está el misterio?

Aún no he explicado la coloración naranja de la piel de todos, el color del pelo, la radiación y la ceguera, es cierto. Aquí va mi explicación.

El tono de piel anaranjado es simple bronceado. 

Cualquier dermatólogo, excursionista o persona con lógica sabe que la nieve es la superficie más reflejante de la tierra, y que exponer la piel al sol en este terreno siempre provocará un bronceado envidiable por cualquier bañista playero.

Quemaduras por el sol en la nieve, un bronceado más intenso que el de la playa.

¿Coincidencia de que el color en la piel de estas fotografías de google sea un “extraño” color naranja? De nuevo no hay misterio. 

El tono de pelo grisáceo. 

De nuevo, un efecto natural al congelar el pelo que de misterioso tiene lo que yo tengo de venusino.

El pelo al quemarse por congelamiento pierde su color adquieriendo tonalidades semejantes a las de las canas.

Otro misterio resuelto con un poco de lógica. 

Radiación en todos los cuerpos.

Esta afirmación solo es mencionada en algunos blogs que no concluyen algo serio mientras que en otros con mejores datos no se menciona. No tengo una explicación para esto pero si pude investigar dos cosas: la primera es que la radiación solo se encontró en el tercer grupo, el más accidentado. Y la segunda es que en el caso de los objetos la radiación se contagia por contacto. Bastaba que una prenda de las que tenían para protegerse tuviera rastros de radiación para que todos los que se la pusieron al irse arropando con las prendas de quienes morían se impregnaran de esta. Recordemos que la radiación era apenas perceptible y de ninguna forma nociva para la salud, incluso un abrigo pudo haber estado en contacto con alguna fuente de energía artificial mucho antes de ese trágico evento. Aquí si acepto que no tengo más explicación, si es que en realidad se encontró radiación en los cuerpos.

Quedaron ciegos antes de morir.

Aquí si me rio. ¿Cómo saber que alguien quedó ciego antes de morir si los ojos se congelaron al grado tal que no es posible determinarlo? Los ojos son los primeros en congelarse ya que están llenos de agua y al congelarse pierden tanto color como forma. Los cuerpos fueron encontrados casi diez días después de morir y en el caso de los últimos más de dos meses. La carne en nuestro congelador casero, que está a un máximo de 5°C bajo cero, se congela como piedra en un par de horas, ¿qué será con varios días a una temperatura de 30°C bajo cero? Esto es pura especulación y es por estos comentarios que la historia toma esa forma de narración fantasiosa con evidencia falsa que se acomodó a una historia de misterio.

Y por último, muchos han preguntado, ¿Por qué no volvieron cuando se dieron cuenta que no había peligro? De nuevo, pongámonos en ese lugar aquella noche siguiendo con la teoría de la palabra avalancha. Todos creyeron que una había caído sobre su campamento, se comprobó que la línea de vista desde los árboles donde se encontraban no alcanzaba a ver hacia el campamento pues el terreno no era plano, además nunca hubo iluminación para ubicar el campamento pues todo fue de noche. Con heridas fuertes, sin ropa adecuada, descalzos y 30°C bajo cero, asustados y confundidos y sabiendo que estaban a minutos de morir congelados en medio de una tormenta ¿de verdad podemos creer que se rieron al ver que no había avalancha y que podían regresar caminando en medio de una tormenta bromeando de lo sucedido? Absolutamente no.

Si has estado a 30°C bajo cero podrás entender que lo único que deseas y puedes hacer es acurrucarte intentando mantener el calor, es imposible moverte pues tu cuerpo no responde. La investigación estimó ocho horas desde que salieron de su tienda de campaña y murió el último de los estudiantes. Ocho horas en un frio congelante, con una sensación térmica 10° más frio que el ambiente, acabando de correr dos kilómetros en la nieve suelta, probablemente sudados, con una ventisca helada posiblemente de aguanieve, heridos de gravedad y sangrando y sin ropa abrigadora. Lo único que quedaba por hacer era esperar a que amaneciera para ver en donde estaban situados y hacia donde regresar, pero la temperatura y sus condiciones físicas no resistieron y murieron antes de poder hacer algo.

Para aquellos conspiracionistas que cierran su investigación con “usted saque sus conclusiones”, en relación al misterio de Dyatlov, las mías son que no hay gran misterio y todo lo que ocurrió fue una perfecta combinación de eventos que solo pudieron terminar en el peor de todos los escenarios, pero sin la palabra misterio.

Actualización del 27 de Abril del 2015. El desafortunado terremoto de Nepal ocurrido el sábado 25 de abril que ha causado miles de muertes, fue grabado en uno de los campamentos del monte Everest por excursionistas que se encontraban escalando. El video está en HD y muestra el terror de una verdadera avalancha. Después de ver este video, lo que sucedió en Dyatlov en 1959 parece no tener otra explicación.

Créditos a Manolo Velasco